TRIATLÓN DE ISLA CANELA
Comienzo de la temporada de triatlones con la prueba ayamontina que, desde la pasada edición, tiene lugar en la playa de Isla Canela y su paseo marítimo en dirección a Punta del Moral.
Víctor, asiduo a esta competición en los últimos años y Mario, que hacía su debut en triatlón, se dieron cita con resultado dispar. Demasiadas prisas antes de la salida, motivadas por el retraso en la salida desde La Palma, provocaron que no hubiese lugar para el clásico repaso mental de materiales, tan necesario en este tipo de pruebas dada la variedad de medios utilizados y los intercambios a toda velocidad (transiciones). Esto provocó que Mario olvidara su porta dorsal y, sin apenas tiempo para subsanar este despiste, tomara la salida ya condicionado por el hecho de saber que tendría que emplear algo más de tiempo en la T1 para colocarse el número en el pecho con imperdibles.
La natación transcurrió con buenas sensaciones para Víctor, sin incidentes y mejorando las prestaciones de otras veces. Mario por su parte trataba por detrás de acompasar la respiración y contener la adrenalina que supone batirse en el agua con otros centenares de nadadores. Transición muy rápida para el primero, sin incidentes y ganando unos buenos segundos, mientras por detrás comenzaba el calvario de Mario siempre bajo la atenta y ansiosa mirada de su mujer, Rocío, durante unos instantes que se hicieron eternos. Sector de ciclismo muy rápido, con escaso viento y en el que, si bien Mario tuvo que lidiar casi en solitario debido a lo retrasado de su posición tras la T1, Víctor sí disfruto del abrigo de otros corredores, llegando muy entero a la segunda transición.
Ya con las zapatillas puestas, Mario se afanó en adelantar atletas dando muestras del excelente estado de forma que acredita a pie, mientras Víctor, en una temporada con menor desgaste, imponía un ritmo excelente que propició una meritoria clasificación final como cuatrigésimo séptimo clasificado, puesto este, por supuesto, potencialmente mejorable. Tiempo final, 1h 8'.
Eso sí, ¡pura diversión en la mañana del domingo!
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